Los objetos se animan a sus órdenes. Elige una cantidad de objetos no mágicos dentro del alcance que no lleve nadie, que no estén fijados a una superficie ni sean de tamaño Gargantuesco. La cantidad máxima de objetos es igual a tu modificador por aptitud mágica; para esta cantidad, un objetivo de tamaño Mediano o inferior cuenta como un objeto, un objetivo Grande como dos y un objetivo Enorme como tres.
Cada objetivo se anima, le salen piernas y se convierte en un autómata que usa el perfil
objeto animado; esta criatura está bajo tu control hasta que el conjuro termine o hasta que sus puntos de golpe se reduzcan a 0. Cada criatura que crees con este conjuro es un aliado tuyo y de tus aliados. En combate, comparte tu iniciativa y juega su turno inmediatamente después del tuyo. Hasta que el conjuro termine, puedes tomar una acción bonus para dar órdenes mentales a cualquier criatura que hayas creado con este conjuro si está en un radio de 150 metros (si controlas varias criaturas, puedes dar órdenes a cualquiera de ellas a la vez, dándoles la misma orden a todas). Si no das órdenes, la criatura toma la acción de esquivar y se mueve solo para evitar daño. Cuando la criatura queda con 0 puntos de golpe, vuelve a su forma de objeto y cualquier daño restante se transfiere a esa forma.
Con un espacio de conjuro de nivel superior. El daño del golpe de la criatura aumenta en 1d4 (tamaño Mediano o inferior), 1d6 (tamaño Grande) o 1d12 (tamaño Enorme) por cada nivel de espacio de conjuro superior a 5.